El ser humano, en esencia, es un ser de movimiento. Fuimos concebidos y diseñados de manera que nuestro cuerpo optimiza sus funciones en la medida que se mantenga realizando tareas motoras de diferente índole, características, intensidades y naturaleza. No es sorpresa en este sentido, que desde la modernización de muchas de nuestras tareas diarias, nuestro nivel de funcionalidad haya decrecido, al punto de que solo unos años de modernidad bastaron para la aparición de las enfermedades ligadas a la inactividad física se tomaran las atenciones de salud y hoy en día sean la principal causa de muerte y discapacidad en el mundo. Estas enfermedades no están causadas por una infección aguda en particular, sino que como resultado de malos hábitos de vida, resultando en consecuencias a largo plazo en nuestra salud, generando una necesidad de tratamiento permanente y además un costo monetario que no todas las familias pueden sustentar.
Estas enfermedades consideran cánceres, enfermedades cardiovasculares, diabetes, dislipidemia, enfermedades pulmonares crónicas, lesiones musculo-esqueléticas e incluso trastornos de salud mental.
Siendo un tema de consecuencias complejas, afortunadamente, lo que nos protege tiene como primer factor protector, a nosotros mismos y de nosotros depende, mantener un estilo de vida que nos permita un buen pasar además de una vejez funcional e independiente.
Punto #1 - Establece prioridades.
Es entretenido tener el último smartphone lanzado al mercado, la tele mas moderna, en fin, cualquier bien material tecnológico que se modifica año a año, evolucionando en que?, cuales son las mejoras significativas respecto al modelo anterior?. Este es solo un ejemplo de como a veces solemos poner interés en nimiedades, cuando es posible que nosotros mismos debamos ser la prioridad número 1, o no?.
Cuando fue mi última visita al dentista?, cuando fue mi último examen visual?, cuando fue la última vez que medí mis niveles de colesterol?, alguna vez he evaluado si mi nivel de actividad física es el adecuado?.
Mantener nuestra salud de forma adecuada debiese ser nuestra principal preocupación, sin ir mas lejos, si, puedes comprar el último Iphone, pero si no realizas ejercicio y aparece, por ejemplo, una Diabetes, esta tiene un costo aproximado de 300.000 pesos mensuales solo en concepto de cuidados dietéticos, sin considerar las inyecciones de insulina, o lo que puede ser peor, una diálisis. o por ejemplo una hipertensión, considera los costos de medicamentos y controles periódicos con tu médico, además también del cambio en la dieta, asumiendo que te cuidaras. En ese sentido, lo mejor sería asesorarse por un profesional del ejercicio y evitar estas consecuencias a futuro.
Punto #2 - Organiza la semana y tus días.
Cuando ya estás trabajando con un profesional de la actividad física, tenemos la capacidad para adaptarnos a tus necesidades, en ese sentido, ordena tu semana y tus días para determinar si quieres hacer 2 días a la semana, 3 días a la semana u otra cantidad de días, y dentro de esos días, que tan largas pueden ser tus sesiones. Si es que estas van a ser de mañana, o de tarde, si te significará levantarte mas temprano
Punto #3 - Plantea objetivos realistas
Digamos que llevas 1 año o mas de sedentarismo, tus niveles de colesterol y composición corporal están lejos de ser óptimos, tienes dolores articulares o dolor de espalda ya sea a ratos o constante. ¿Cuál sería tu primer objetivo a lograr?. Ciertamente el abdomen plano y el cuerpo de atleta no sería la primera valla a sortear, la funcionalidad es lo primero que se ataca al momento de comenzar a realizar ejercicio, puesto que si comienzas pensando en el peso y en un objetivo estético, la práctica de ejercicio va a aumentar tus molestias físicas, desmotivándote y alejándote de ese cambio de hábito que estas buscando. Es precisamente la adherencia al programa, lo primero que se busca y al atacar las molestias con la práctica de ejercicios ayudas a generar un hábito con el cual se hace mas fácil plantear objetivos mas ambiciosos a futuro.
Punto #4 - Se paciente.
No voy a mentir aquí, el ejercicio es incomodo, nos sometemos de manera voluntaria a salir de una zona muy tranquila y relajada para experimentar cansancio, fatiga, mucho sudor, dolores musculares, y una serie de estresores que podrían llevarnos a fallar en nuestra tarea. Sumémosle a eso el hecho de que en nuestra mente estará siempre el deseo de lo que buscamos y que puede verse truncado ante una evaluación o al mirarnos al espejo. pero esto es un proceso, que parte por darnos cuenta de como ya no nos duele la espalda, como ya podemos realizar tareas con mayor facilidad, como estamos durmiendo mejor, como tenemos mejor voluntad y disposición para con nuestras tareas diarias y como, en la medida que pasan los meses, entendemos que el objetivo estético llegará en su momento pero el cambio de hábito ya esta, y esta para quedarse.
Punto #5 - Busca un profesional del área del ejercicio
Es entendible el querer buscar respuestas rápidas y sobre todo que estén acordes al tipo y línea de pensamiento que tengo, hoy en día el sesgo de confirmación se presenta como regla en prácticamente todos los ámbitos de nuestra vida, en este sentido, nuestras respuestas no están en Instagram, no están en TikTok, no están en youtubers, están en los profesionales del área de la salud, si quiero respuestas de ejercicio, no voy a consultar al medico, así como si quiero respuestas de nutrición, no consultaré con un entrenador. Cada área de la salud tiene su conocimiento y dedicación específica, es posible que no nos gusten las respuestas, pero son las que necesitamos y las que nos ayudarán a generar los cambios necesarios en nuestras vidas.
Los profesionales del ejercicio estamos capacitados y con años de preparación en planificación, diseño, periodización, implementación y seguimiento de un programa de ejercicio físico, específico a la persona en particular y en base a las necesidades propias.
Deja la culpa de lado
No hay peor motivación que la culpa para hacer ejercicio, te vuelve volátil e inestable, la inestabilidad te vuelve inconstante y eso a su vez aumenta la culpa. La motivación debe llegar de la mano de otros factores, es por esto que la asistencia profesional es importante, conversando podemos conocer que te gusta y que no, como hacer mas llevadero un proceso que es difícil y lograr paso a paso pequeños objetivos que a la larga y antes de que nos demos cuenta, pondrán nuestra salud en nuestras manos.
"Ningún ciudadano tiene derecho a ser aficionado en el entrenamiento físico, que desgracia es para un hombre crecer sin ver la belleza y fuerza de la que su cuerpo es capaz." Sócrates.